RELAJACIÓN



          Savasana, comúnmente traducida como el muerto o  posición del cadáver, por algunos maestros es considerada la más beneficiosa y más difícil de todas las posturas de la práctica de Yoga. Normalmente practicamos Savasana al final de la sesión de Yoga ya que nos ayuda a absorber e integrar los beneficios de nuestra práctica y al mismo tiempo nos relaja profundamente. En Savasana, tendemos el cuerpo boca arriba, extremidades extendidas y relajadas, libres de contacto entre sí o con el cuerpo; y ojos cerrados. Cuando la respiración es libre, la mente se libera. La posición del cadáver se da en un estado entre el sueño y la vigilia.
            Savasana puede ser un ejercicio de autoconicimiento y auto observación pues notamos y ponemos atención a todo lo que surge, luego permitiendo que esto pase hasta poder llegar y permanecer en el momento presente. Esta posición es un acto de rendirse y aceptar; al rendirnos creamos espacio en la mente y en el cuerpo; al crear espacio en la mente y en el cuerpo aceptamos mejor lo que no nos gusta y estamos más dispuestos y aptos a adaptarnos al mundo y sus contratiempos.
            En Savasana disminuyen la presión cardiaca y el ritmo de respiración, la tensión muscular y la ansiedad en general. A su vez, aumenta los niveles energéticos y la productividad. Produce un incremento en la concentración y la memoria, el enfoque, la capacidad cognitiva y la auto-estima; a su vez disminuye la fatiga y nos ayuda a dormir mejor. Savasana nos ayuda también a crear y restaurar la simetría en el cuerpo. Es un método que nos permite absorber y asimilar la energía que hemos creado a través de la práctica física de Yoga (la Asana). La práctica de Yoga proporciona nueva información al sistema nervioso y nuevos retos físicos y mentales; Savasana representa una pausa que le permite al cuerpo integrar toda esta nueva información antes de enfrentar nuevamente el estrés de la vida diaria.
          Savasana es un poderoso antídoto contra el estrés. Nos ayuda a mejorar la digestión y la eliminación. Savasana aumenta la habilidad del cuerpo de sanarse de lesiones y enfermedades. Nos ayuda a reducir la presión arterial, a disminuir la presión cardiaca y a curar el insomnio. Savasana fortalece el sistema inmunológico y ayuda a equilibrar y regular el funcionamiento de algunas hormonas.

Los beneficios profundos de Savasana se basan en el mantenimiento de la absoluta inmovilidad en todo momento.

            Savasana es una práctica de “soltar y dejar ir.” Es una de las posturas de Yoga más difíciles de dominar pues en ella aprendemos a entrar en un profundo estado de relajación al mismo tiempo manteniéndonos concientes y en atención. Comenzamos por dejar ir el esfuerzo y la tensión en el cuerpo y enfocamos la mente en la respiración suave y profunda. Progresivamente vamos soltando las ideas y los patrones de pensamiento que causan tensión acumulada en los tejidos del cuerpo. Este acto conciente de soltar y dejar ir todo lo que nos ata al mundo físico, al mundo de las formas, y llegar al verdadero centro de nuestro ser, a esa parte perenne, aquello que trasciende la muerte del cuerpo físico. Una vez suspendidos en este estado de calma donde toda preocupación y toda tensión se desvanece, para permitimos descansar plenamente.
                Al finalizar Savasana nos giramos hacia un lado del cuerpo y podemos quedarnos en posición fetal por unos segundos observando la calma. Para incorporarnos usamos el apoyo de los brazos y mantenemos la columna tan relajada como sea posible.