Para efectuarlo, se puede introducir primero aire en el
estómago. La forma de introducir aire en el estómago es llenando la boca de
aire y, una vez cerrada, tratar de tragarlo. Algo de saliva se mezcla con este
aire y cuando se imita el acto de tragar, el aire con la saliva atraviesa el
esófago y encuentra el paso hacia el estómago a través del esfínter cardíaco.
Esta práctica de comer aire permite inflar el estómago muchísimo, resultando un
abdomen abombado y con los músculos muy estirados. A continuación, con el
estómago lleno de aire, se inspira profundamente y se retiene la respiración
con los pulmones llenos durante el mayor tiempo posible. Después se espira
lenta y profundamente y se reinicia el ciclo. El aire permanece en el estómago
durante todos los ciclos. Tras finalizar la última espiración pulmonar, se
expulsa el aire del estómago a través del esófago y la boca artificialmente,
mediante sucesivos eructos.
Esta técnica aligera bastante la gravedad específica del
cuerpo y es posible flotar, lo cual no significa que solamente se pueda
practicar sumergido en el agua.
ANTIGUOS TEXTOS:
Cuando se llenan los pulmones completamente de aire, el yogui puede flotar fácilmente en el agua como una hoja de loto (Haṭha Yoga Pradīpikā, 2.70).